Ocho ideas para organizar un festival de cine online

Logo del Festival de Cine Global de Comunidad Zoom

El viernes pasado, 25 de noviembre, comenzó el Festival de Cine Global de Comunidad Zoom, un evento online que reúne más de 100 films de diferentes corrientes estéticas y que puede disfrutarse desde cualquier país. Quienes hacemos Ártica, cinéfilos al fin y al cabo, no pudimos resistirnos a la propuesta y adquirimos nuestro abono.

En base a la experiencia de este festival, y tomando en cuenta también otros festivales de cine online que han tenido lugar este año (el Festival de Cine Online de Filmotech y el Festival 4+1, que fue presencial y online), nos gustaría plantear algunas reflexiones sobre cómo podrían perfeccionarse este tipo de festivales.

Las preguntas principales, que deberían guiar a los organizadores de este tipo de eventos, son las siguientes: ¿Qué puede ofrecer un festival que no puedan ofrecer los sitios de descarga de películas o de video bajo demanda? ¿No son acaso estos sitios el más grande festival de cine online, sin restricciones de ninguna clase y disponible todos los días del año?

El desafío es grande. Aquí, nuestras recomendaciones:

– Los festivales de cine online deben presentar películas de calidad, siguiendo un criterio estético más que comercial. Deben ser películas diferentes de las que se encuentran en los sitios web de entretenimiento. Como todo festival de cine, debe estar volcado a descubrir directores nuevos, reconocer trayectorias, brindar panoramas de filmografías nacionales, ofrecer ciclos de temas específicos, etc.

– Además de la programación oficial, organizada en secciones, pueden surgir múltiples formas de ordenar la filmografía mediante etiquetas. Cada película puede formar parte de distintos ciclos simultáneamente o el público puede crear sus propios ciclos personalizados.

– Generar verdaderos eventos. Los festivales deben ofrecer un valor agregado por sobre el mero visionado de películas. Si sólo queremos ver una buena película, podemos hacerlo en cualquier momento accediendo a un sitio web de streaming o descargas. Por esta razón, el festival de cine debe ofrecer un plus. Este plus puede lograrse incluyendo conferencias de directores, seminarios breves, foros de discusión y aprendizaje. Además, puede haber un blog del festival, que vaya tejiendo una narrativa del evento. El blog puede incluir detalles de la programación, entrevistas, novedades, propuestas de recorridos temáticos, etc. La entrega de premios puede constituirse, asimismo, en un evento en vivo que genere expectativa.

– Bajo costo para el usuario. En ningún caso el visionado de un film online puede costar lo mismo que una entrada de cine. Los usuarios están acostumbrados a ver cine gratis en Internet, por lo cual no pagarán ni un centavo a menos que la propuesta sea especialmente atractiva.

– Nuevas formas de conseguir ingresos. Complementando el punto anterior, los ingresos no tienen por qué basarse exclusivamente en los tickets o suscripciones. Pueden obtenerse fondos de sponsors o de campañas de crowdfunding, por ejemplo. Además, pueden comercializarse talleres o seminarios breves a cargo de directores, críticos y jurados del festival. ¿Quién no estaría dispuesto a anotarse en un seminario virtual que brinda su director favorito?

– No crear falsa escasez. Si bien puede parecer divertido y romántico recrear la lógica de funciones que se da en los festivales tradicionales, en los hechos esto no es práctico para el espectador. Para la gente que está acostumbrada a ver cine online, no hay nada mejor que poder acceder a los films en el momento que desean hacerlo. Las restricciones temporales, de cantidad de visionados o similares terminan depreciando la experiencia del festival. Precisamente, ayer veíamos en el festival la interesante película “Novak” de Andrés Andreani, que muestra lo poco amigable que puede resultar un multitudinario festival (el BAFICI de Buenos Aires) en el que las entradas nunca son suficientes y los espacios de encuentro entre el público y los realizadores son acotados. En un festival online no es necesario limitar el número de entradas y los encuentros a distancia facilitan acercar a creadores y cinéfilos de todo el mundo.

– Animación de la comunidad cinéfila. Es preciso animar al público a que vote las películas, a que las comente y las discuta. Moderar conversaciones en foros, proponer temas y preguntas disparadoras, invitar a la gente a nuevos eventos. Expandir el festival a las redes sociales y a la blogósfera. Permitir la llegada de público nuevo durante toda la extensión del festival.

– Que el festival deje una huella. Los foros y demás eventos deberían generar alguna clase de registro que luego permita editar un libro u otro tipo de material recopilatorio de la experiencia. Pueden quedar disponibles en la red videos de charlas, textos de críticos, etc.

El Festival de Cine Global de Comunidad Zoom se destaca en algunos de estos puntos, sobre todo en la excelente selección de films, en la elección de un jurado prestigioso y en el bajísimo costo para el público (gratis para las secciones paralelas, 3 dólares para acceder a la totalidad de las películas en competencia). Se echan en falta, en cambio, propuestas de eventos que complementen la oferta de películas, mayor libertad para el visionado de los films y una animación más activa de la comunidad. Nada que no pueda mejorarse en próximas ediciones. En cualquier caso, la iniciativa de Comunidad Zoom es digna de celebrarse, por el coraje para llevar a cabo una propuesta tan osada y accesible a la comunidad. Desde Ártica felicitamos al equipo de trabajo de Comunidad Zoom, liderado por Horis Muschietti, e invitamos a los cinéfilos de todas partes a disfrutar del festival.