Internet y la tecnología digital, siempre que nos situemos bajo la perspectiva de una cultura libre, facilitan que el conocimiento, la educación, el arte y todo lo que es patrimonio intangible estén disponibles de manera más democrática. En este espacio, los creadores y gestores culturales participan como actores que producen, intercambian, comentan, conversan, contribuyen, compran, venden, muestran y ven, aprenden y enseñan. Es un campo que puede transformar al profesional de la cultura en un actor social mucho más potente.
29
May
2011