El rol del content curator en la cultura

 Photo Credit: dysturb via Compfight cc

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A fines del siglo XX los curadores eran personas con conocimiento y reputación que seleccionaban el menú de salas de arte y exposiciones. Pero en el siglo XXI, ¿quién decide y con qué criterios un menú cultural? La cuestión es que cada día esa tarea es más personal y recae en cada cual decidir cómo navegar y eventualmente profundizar en alguno de los innumerables contenidos de la web. Hoy nos encontramos con una nueva acepción del término curator, extraña al ámbito del arte, pero con muchas cosas en común. Sabemos que el curador de una exposición es alguien que busca, al mismo tiempo, mostrar su punto de vista personal y satisfacer una demanda social de conocimiento. En este sentido, su trabajo consiste en entender las tendencias más importantes dentro de un área para mostrar allí lo más relevante. Pero también es importante, en otras ocasiones, que el curador trabaje en hacer visible lo emergente, sacar a la luz lo que puede estar escondido o invisibilizado. Esta actividad de curación se traslada hoy a la web, un espacio de abundancia informativa como nunca había existido en la historia.

Se puede decir que el content curator es una persona muy capacitada para seleccionar y recomendar contenidos en ese océano interminable de información. Pero es más que eso, su tarea es compleja y tiene muchas aristas.

El content curator:

– no muestra contenido de un único emisor sino que tiene fuentes numerosas y diversas, las cuales selecciona y combina para generar conocimiento a partir de esa información;

– filtra y pone foco: no consume todo el tiempo de todas las fuentes de información sino que focaliza en las más relevantes;

– hay momentos en los que «surfea» por la web y otros en los que «bucea» en profundidad, cuando considera que hay algún tesoro escondido y vale la pena la inmersión;

– presenta de forma resumida e interesante el resultado de su investigación: no se limita a reenviar un material, sino que lo reelabora pensando en su comunidad (esto es, qué sentido adquiere ese conocimiento para esa comunidad en particular) y aporta una mirada crítica como valor agregado;

– trabaja, por lo tanto, para ofrecer contenido que genere engagement con su comunidad, logrando que éste sea difundido y apreciado.

 

La curación de contenidos: una habilidad transversal

La curación de contenidos en cultura no es tanto una nueva profesión como una habilidad transversal a diversas profesiones de la comunicación, una competencia para una diversidad de posibles actividades profesionales donde el filtrado y compartición de información es necesaria. Veamos algunos ejemplos sobre cómo puede aplicarse esta habilidad en distintos ámbitos del sector cultural:

– Los artistas pueden mejorar sus capacidades para encontrar información en la web, pueden conocer mejor sus oportunidades y estudiar el mercado. Además, y esto es fundamental, pueden comunicarse mejor con su audiencia, mostrando sus fuentes de inspiración y compartiendo sus investigaciones creativas. Ejemplo: el cantautor argentino Lisandro Aristimuño selecciona cada mes un conjunto de canciones de otros músicos a quienes quiere destacar en una sección de su web llamada Música Sin Fines de Lucro. En este sentido, Aristimuño es conocido no sólo por sus propias canciones, sino también por ser un incansable recomendador de música que tiene la potencialidad de transformar a sus fans en una comunidad de compartición de gustos y afinidades musicales.

– Los comisarios o curadores de arte podrán mostrar su trabajo en todo momento y lugar en Internet, sin depender de salas de exposiciones y galerías. Y cuando dispongan de estas, tendrán nuevos y refrescantes criterios sobre lo que está pasando en sus nichos dentro del mundo del arte. Serán capaces, además, de «salvar» joyas que tiene la Internet y que podrían pasar inadvertidas por falta de atención en los circuitos de arte convencionales, aportando frescura y diversidad a los mismos. Ejemplo: The Jealous Curator, un blog que, bajo la consigna de «siento celos de…» destaca a los artistas que más le gustan a su autora.

Community managers culturales generarán más entusiasmo, pasión y compromiso en comunidades en línea. Seleccionar y difundir la buena información de tu comunidad es una forma de recompensarla y mantenerla motivada. A su vez, detectar para ellos información interesante genera mayor atención y mejora la presencia de tu proyecto cultural, que se convertirá en un punto de referencia. Menos «autobombo» y más generosidad son actitudes que agradarán a tu comunidad.

– Los periodistas culturales y críticos de arte pueden encontrar y documentar tendencias actuales y futuras. No sólo las grandes tendencias mediáticas que se muestran en la superficie, sino también aquellas más recónditas y desconocidas, pero no por ello menos relevantes. Esto les reportará mayor credibilidad y reputación, ya que siempre estarán seguros de contar con fuentes fiables en lugar de seguir tendencias aparentemente relevantes pero quizás engañosas. Un excelente ejemplo de periodismo cultural dedicado a documentar un área en la que la información es enorme pero dispersa es «El arte en la edad del silicio». Este blog, de Roberta Bosco y Stefano Caldana, se enfoca en arte, tecnología y nuevos medios. No sólo destacan lo más nuevo o las grandes exposiciones, sino que en cada post hacen un gran trabajo de contextualización y análisis histórico.

– Los investigadores podrán enfocarse en sus temas de investigación y gestionar la abundancia de datos con la que se encuentran, para poder quedarse con lo relevante dentro de su campo de estudio. Pero al mismo tiempo, pueden mantenerse objetivos y alertas acerca de tendencias alternativas, que podrían ser disrruptivas. Ejemplo: el blog Remix Theory de Eduardo Navas es un excelente ejemplo de un investigador mostrando sus hipótesis y hallazgos, en este caso, sobre la cultura remix.

Bibliotecarios, documentalistas, responsables de archivos, museos y centros de arte, tendrán herramientas para compartir y presentar los contenidos que manejan de forma más atractiva, generando mayor engagement en el público. Proyectos como Comunidad Zoom, dedicado al cine, muestran que no sólo es importante agregar la mayor cantidad de películas posibles en su portal, sino que es necesario hacerlo con criterio y desde una cierta mirada, compartida con su comunidad cinéfila.

– Los blogueros tendrán más y mejores fuentes de las que nutrirse, lograrán un mayor diálogo con la gente relevante en los temas elegidos, comentarán noticias y opiniones interesantes de otros blogs, entrarán en debates e intercambios, contribuirán con mayor cantidad de links a una blogósfera más rica y fértil. Por que como alguna vez dijo Enrique Dans, no se bloguea con la cabeza, se bloguea con los pies.

 

Curso online: El content curator en la cultura

Por todo esto, la curación de contenidos es casi un arte, un arte que puede aprenderse. Desde Ártica hacemos un esfuerzo todos los días por ser buenos curadores de contenidos, ya que como un lugar de formación, es importante para nosotros compartir recursos educativos y fomentar el aprendizaje, dentro y fuera de nuestra aula virtual. Pero como queremos profundizar en esto, ofrecemos un curso online para desarrollar a conciencia la habilidad del content curator cultural. No porque creemos que esta sea una nueva tendencia que podría definir el futuro, sino porque es una habilidad requerida en el presente. El curso se llama «El Content Curator en la cultura: aprovechando la información de la red para dar vida a proyectos culturales». Los docentes seremos Pilar DM, Jorge Gemetto y quien aquí escribe. Comenzamos el 15 de mayo y la inscripción se encuentra abierta.

Publicado por Mariana Fossatti

6 comentarios

[…] de leer el post sobre  el rol del content curator  en la cultura de María Fosatti comencé a pensar sobre la oportunidad para los museos de implementar una […]

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[…] cultura” a partir de vuestras experiencias, reflexiones y  provocaciones o desde Artica analizan El rol del content curator en la cultura y proponen un interesante […]

larraitz arretxea

Básicamente estamos de acuerdo. Estoy absolutamente convencida de que la calidad de los contenidos es en este momento un elemento diferenciapor y clave en cualquier proceso de comunicación cultural. Generar productos con contenido cultural contrastado y un método de documentación y selección riguroso deben ser imprescindibles en esta era digital. Lamentablemente aún hay entidades que no perciben esta necesidad o no son conscientes de que estar presentes pero con contenidos poco pertinentes no les va a ayudar a posicionarse sino sólo a hacer bulto.

Jorge Gemetto

Sí, las organizaciones públicas y también privadas son todo un gran tema en sí 🙂 Creo que a veces no lo hacen porque no ven un beneficio directo. Pero igual esto es curioso porque muchas instituciones están dispuestas a realizar gastos en publicaciones impresas muy caras (que en general tampoco tienen un retorno directo), y al mismo tiempo no ven la importancia de ofrecer buenos contenidos en la web. Saludos!

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